La formación continua del personal encargado del servicio es clave para lograr una alta calidad y autosuficiencia en el día a día del servicio. Adaptarse a las nuevas tecnologías, conocer las infraestructuras, los procesos, los equipos de control, etc., permiten incrementar el rendimiento global de la explotación, al tiempo que motivan e implican el personal de forma continua en el logro de una mejora global.